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sábado, 31 de enero de 2009

Triangle offense.

Hoy vamos a hablar sobre el sistema de juego de ataque de los actuales Lakers, de los Bulls de Michael Jordan, y de Phil Jackson y Tex Winter.
Mediante una serie de vídeos trataré de explicar las múltiples variantes que tiene, y los secretos de su éxito. (Recordemos que ha proporcionado 9 anillos de campeón de la NBA).

Tex Winter es el inventor oficial de este sistema, que en España se usa habitualmente con los equipos de base y se le llama "triple poste". Es un sistema de juego que permite libertad a los jugadores, que hace que conozcan sus limitaciones, que permite a todos jugar en todas las posiciones, y que se basa en el riguroso control de los espacios de juego, en la generosidad de los jugadores, y en su capacidad para ver el juego y pasar el balón. Sencillo ¿verdad?, pues nada más lejos de la realidad.

El sistema comienza con las diferentes formas de formar un triángulo en un lateral del ataque. Se puede formar con el bote del base, o pasando y cortando, pero veamos un vídeo demostrativo de lo que estamos hablando, con sus propios protagonistas. Para los que realmente queréis aprender os recomiendo que los veáis muchas veces, con una no llega para asimilar todos los conceptos. (Es en inglés, lo siento, lo traduciré cuando aprenda a usar mejor el editor de vídeo).


Después de formar un triángulo en un lado, el juego se basa en un 3x3 en el lado fuerte, y un 2x2 en el débil, pero con ciertas normas. Por ejemplo, no se marcan variantes. El base no marca jugada con la mano, ni a voces. Simplemente, el hecho de mover el balón, lo que ellos llaman "lag-pass", es el indicativo que el equipo reconoce para saber dónde colocarse y hacer los movimientos correspondientes.

En este segunda entrega, de una serie de cinco, aprenderemos cómo entran desde el lado contrario al poste alto, que ellos llaman "pinch post", lo que significa el pase al medio "two pass to the top", y las variantes que ese pase implica. Cuando veáis un partido de los Lakers probad a contar cuántas veces Kobe coge el poste alto (pinch post). Le encanta esta posición, porque es casi un aclarado. Cuando el balón llega al escolta que se encuentra de frente al aro, se produce el cambio de juego del 3x3 al 2x2 en el lado contrario, lo que obliga a la defensa a moverse mucho. Mediante una puerta atrás, se consiguen muchas canastas fáciles del escolta penetrador.



Y en este último, se explica la situación de transición ofensiva, donde se produce un corte al aro, con un doble bloqueo a la persona que corta, a la vez que se juega un 2x2 en el lado contrario. Los bloqueos en este sistema son bastante dinámicos, no son los típicos a los que estamos acostumbrados, pero aunque no sean tan fuertes, el espacio entre jugadores y las distancias que tiene que recorrer la defensa, los hacen igual de efectivos que los tradicionales.
Hay mucho más en este sistema, términos como "dribble weave", o "moment of truth", que habría que explicar con calma. Desde aquí sólo puedo recomendaros (a los que queráis profundizar), una página web, ahí va. http://www.cybersportsusa.com/hooptactics/triangle.asp

El sistema es muy válido para saber leer la defensa, saber si estoy muy presionado, o no, y aprovecharse de ello. Cuando estoy muy presionado, debo cortar o crear espacios para mis compañeros; cuando no estoy bien defendido, debo buscar el balón y atacar el aro.
En la siguiente entrada terminamos con el tema, para que no sea muy denso.
Hasta entonces, sed buenos y entrenad mucho.

domingo, 18 de enero de 2009

A vista de pájaro.

En los últimos entrenamientos de mi equipo hemos estado realizando mucha técnica individual, bote, pase, tiro, espacios, 1x1, y movimientos sin balón. Pero hay un par de conceptos difíciles de entrenar y sobre todo de aprender y ser asimilados por el jugador, se trata de la visión de juego y del carácter ganador. Los videos que os muestro a continuación me han sorprendido porque en ellos se muestran ambas cosas a la vez. Ningún otro jugador ha reunido estas dos cualidades tan bien como Larry Bird. Como bien decía no sé quién "no puede saltar, no puede correr, no es el más rápido, pero es el mejor".
Las cosas que este hombre hacía eran increíbles. Era un tipo desgarbado, feucho, poco atlético, ni siquiera aparentaba fortaleza física; parecía predestinado a dedicarse a cualquier otra actividad que no fuera el baloncesto, pero nació en Indiana.

En esa tierra, o eres jugador de baloncesto o no eres nada, pero como bien dice el vídeo, las ganas de hacer algo grande, el espíritu de sacrificio, el autoconocimiento personal, son algunos de los beneficios que se obtienen al estar sólo delante de una canasta, practicando.
Las horas contigo mismo, corrigiendo errores, volviéndolo a intentar, superando tus limitaciones bajo un aro, son las hacen que los jugadores mejoren; pues bien, éste debió pasar muchas.

A mis jugadores les digo en muchas ocasiones que lo más importante no es el físico, que tiene su importancia, pero hay muchas otras cosas, y para muestra un botón.
Resalto sobre todo su sed de victoria, el don de hacer mejores a sus compañeros, su falta de egoísmo (cosa que no existe en el baloncesto actual), su capacidad de sacrificio y de asumir el rol de líder de equipo. Por todo ello, y por los buenos ratos que nos ha hecho pasar, merece estar en este blog.

Aquí tenéis una persona capaz de superar sus limitaciónes físicas, a base de tesón, entrega, fuerza de voluntad, y una buena dosis de humildad.
Pues bien, los que estéis aprendiendo de esto, tomad apuntes, y los que ya no queréis aprender nada como jugadores, simplemente disfrutadlo, pues no se repetirá un jugador así jamás.


domingo, 4 de enero de 2009

Mi equipo.


Dejad que os presente a mi equipo.

Sé que muchos de los lectores que tengo no nos han visto jugar nunca, pero otros muchos sí, y en su honor, y dadas las numerosas peticiones, va este artículo.


Nuestro equipo se formó a lo largo de varios años, desde infantiles a juveniles se fueron integrando nuevos compañeros hasta llegar a éste, que fue para mí el más grande grupo humano que he conocido.


En la foto, de izquierda a derecha y de arriba abajo, Jose Sordo, Jorge Rivas, Oscar, Jose R. Esmorís, Miguel Maseda, Miguel Magdalena, Andrés Santalla, Carlos Alberto, Tito Sabín, Evaristo, Jose, Valentín, Luis Penín, Pablo Alonso y Rafa Fernandez. No quiero olvidar a otros muchos, Javi Roca, Miguel A. Ortega, Gus García de los Reyes, Jose M. Quiveu, Alfonso Fabuena, Chiqui Barros, Felix Ramos, entrenadores y delegados de los que ya no hay, y que nos han llevado a ser lo que somos hoy. Si me olvido de alguien, que no se sienta ofendido, es que nos hacemos viejos...


Juntos hemos vivido innumerables situaciones, viajes interminables en bus, con partidas de cartas míticas, sin dormir, charlando de basket y de todo lo demás hasta nuestro destino. (Recuerdo especialmente el viaje de vuelta desde Barcelona). Éxitos deportivos, como nuestro quinto puesto en campeonatos de España Cadete y Juvenil, o cuando derrotamos al Real Madrid por casi treinta puntos de diferencia; pero también fracasos, como cuando perdimos una final del campeonato gallego.

Gracias a este equipo viajamos por toda España. Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Santander, Fuenlabrada, y sobre todo, el barrio de Chamberí, donde hicimos muchos amigos a través de un intercambio entre nuestro club y el Colegio Chamberí.


Hacíamos todo juntos, desde estudiar en el bus, a salir de fiesta. Entrenábamos cinco días a la semana, más de dos horas diarias, y partidos el fin de semana. Y casi todos aprobábamos. Pero es que el esfuerzo estaba inmerso en nuestros cuerpos y mentes como una parte más de nosotros mismos. La gente nos decía, "no sé cómo lo aguantáis", y nosotros no los entendíamos, porque nos encantaba lo que hacíamos. No necesitábamos nada más.
Sabíamos nuestras limitaciones, teníamos tiradores puros, defensores puros, bases clásicos, pero sobre todo, nos conocíamos a un nivel tal que sin hablar sabíamos lo que el otro necesitaba de nosotros, y eso fue lo que nos llevó allí.
Por eso, mis actuales pupilos saben que cuando hablo de "mi equipo", sólo me refiero a éste, ya que he estado en otros muchos, pero ninguno así.
Recuerdos a todos. Ojalá el destino sea amable y nos permita reunirnos pronto de nuevo.