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domingo, 6 de septiembre de 2009

Volver a empezar



Era cantado; para esta entrada tenía que utilizar esta música. Cole Porter, "volver a empezar" en su versión española, y nada más apropiado para la pretemporada baloncestística. Este año me ha tocado un equipo infantil, con muchas posibilidades de hacer algo grande a priori, y con poca experiencia en entrenamientos veraniegos, como es lógico por su edad.
Son momentos alegres, de reencuentro después de casi dos meses sin verse; buen tiempo, deporte al aire libre, ilusiones renovadas para la temporada que comienza, y pilas cargadas en el cuerpo. Los buenos propósitos para este año están aún muy frescos, y tenemos mucho tiempo por delante para incumplirlos. El cansancio (y también algo de aburrimiento) por el entrenamiento físico lo compensa el hecho de que aún no han empezado las clases, y los jugadores pueden descansar algo más.
Aprovecho para ir "creando equipo". Seleccionando jugadores que desconozco y empezando a enfocar a los que conozco hacia la filosofía que pretendo imprimir. Mientras el sol cae por los laterales del campo de fútbol donde entrenamos, se oye un conteo acompasado, (quince, dieciséis...), y los bufidos y resoplidos de esfuerzo, de sudor, apenas se perciben, silenciados por el silbido del viento.
Nos vienen a la mente los buenos ratos de playa (y qué hago yo aquí haciendo abdominales...) y maldecimos todos los helados que tomamos en verano, y que ahora notamos derritiéndose en nuestros estómagos.
Pero todo ésto no tendría sentido si no pensáramos en el mes de Mayo.
Ahí es donde veremos si tuvo sentido trabajar tanto, o no.
Ahí seremos juzgados por nuestro trabajo de todo el año.
Ahí se distingue los que saben sufrir de los que no.
No hay secretos, el que más entrena, es el que llega.

En fin, ahí es donde están los campeones.

Esperemos llegar allí, por lo menos para contároslo.