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domingo, 28 de diciembre de 2008

Breakfast Club

En los tiempos de gloria de los Chicago Bulls, cuando ganaron un montón de títulos, hubo una costumbre poco conocida, que quiero destacar hoy en mi blog.
Michael Jordan reunía a algunos compañeros en entrenamientos voluntarios antes de los entrenamientos. Me explico, quedaban a desayunar a primera hora, y después iban a entrenar técnica individual y tiro, pero también ejercicios de pesas y gimnasio. Entrenaban hasta que llegaban el resto de sus compañeros, y luego, seguían entrenando con todos.

Saco esto ahora, porque estoy alucinado con la falta de ganas de trabajar que tienen los chavales de la cantera hoy en día. Cada vez es más difícil encontrar jugadores que quieran mejorar de verdad, y no hay otra manera de mejorar que el trabajo duro y constante.
A los chicos de hoy les comen la cabeza diciéndoles que tienen talento, pero el talento sin trabajo no sirve para nada.
No conozco ningún especialista en ninguna categoría que no trabaje duro su talento. Es evidente que Paco de Lucía, el guitarrista, tiene talento, pero ensaya una media de doce horas diarias. Raúl Gonzalez, el futbolista, es el primero en llegar a los entrenamientos, y el último en marcharse, siempre.
Con el baloncesto pasa lo mismo, no hay fórmulas secretas. Sólo trabajo.
Mi padre solía repetir una coletilla, que voy a reproducir aquí en su honor, que decía así: " cuanto más trabajo, más suerte tengo", y he de reconocer (muy a mi pesar), que tenía razón.
Los chavales que ven la NBA, y la ACB hoy sólo ven las jugadas espectaculares, que parecen tan fáciles en la tele, y que son tan difíciles en la vida real. Para llegar ahí, incluso para ser un jugador de banquillo de uno de esos equipos hay que entrenar muy duro. Así que ya sabéis, dejad la Playstation apagada, coged el balón de baloncesto, salid a la calle, llamad a los colegas, y a trabajar; pero no olvidéis nunca una cosa, disfrutad. Disfrutad cada momento del trabajo duro y de la relación con los compañeros, porque es muy posible que nunca lleguéis a ser jugadores de primera fila, pero seréis mejores personas, y aprenderéis conceptos como el trabajo en equipo, la motivación, la entrega, la satisfacción por el trabajo bien hecho y el reconocimiento de las propias limitaciones, conceptos estos muy importantes para la vida real.
Preguntadle a Barak Obama, si no me creeis.

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